Si los chimpancés también tienen pulmones, tráquea, laringe, cavidad bucal, lengua y labios… ¿por qué sólo los humanos podemos hablar por teléfono o cantar ópera?
En este artículo explican que el habla es posible por la combinación de varias características anatómicas: una mayor flexibilidad en lengua y labios, una cavidad bucal más pequeña y menos saliente, un cuello más largo que sitúa la laringe más abajo… además de regiones específicas de la corteza cerebral y estructuras subcorticales que permiten su automatización y su correcto procesamiento.
El habla requiere de un complejo control motor, que incluye la tensión de nuestras cuerdas vocales para producir los diferentes sonidos. Y, también, cómo combinamos estos sonidos, controlando los tiempos y la intensidad de la exhalación del aire de nuestros pulmones, a diferencia de los chimpancés. El control de la respiración es fundamental para la generación del habla. Y, en conjunto, el control motor es tan complejo que nos cuesta unos 10 años perfeccionarlo.
El artículo original: From Grunting To Gabbing: Why Humans Can Talk